Por D. Traslosheros
A la expectativa. Reavivar la nostalgia de los clásicos con The Rasmus. El foro Tims, abarrotado, estalló de tan solo escuchar los primeros acordes de la noche.
De a poco, en pareja, reencuentros amistosos, en solitario, fueron llegando los asistentes al foro. Ansiosos de ver en vivo a la banda. Era un concierto imperdible. Irrepetible.
Un deseo en común desde el corazón: ver a The Rasmus.
Cada una de esas canciones marcó a toda una generación. Soundtrack de juventud que sigue vigente al pasar de los años. Una noche soñada por nuestro interior rebelde adolescente.
“Live and never die” es un tour bastante prometedor. La banda finlandesa jamás ha perdido el toque y arma una conexión al instante con su público.
Los asistentes cantan a todo pulmón y con el sentimiento a flor de piel en cada interpretación. En cada canción entonada por la inigualable voz de Lauri, entregado a sus seguidores. Una efervescencia y emoción recíproca de volverse a encontrar en los escenarios, con su gente.
La noche comenzó de manera espectacular con «First day of My Life» y claro no podían faltar éxitos como «In the Shadows», «Guilty», «Sail way», «Jezabel» de sus más nuevas canciones, entre otras.
No cabe duda que la frescura y energía de la actual guitarrista Emilia Suhonen puso el toque especial para está presentación, dejando en claro que vienen con todo el poder: Eero Heinonen (bajo) y Aki Hakala (batería).
La agrupación se mostró sumamente agradecida con el público regio, prometiendo volver a la ciudad de las montañas.
Quedaron encantados con los paisajes de Monterrey y la entrega de la gente en el concierto.
Nos llevamos un gran show que difícilmente podremos olvidar. Esperamos la próxima visita de la banda finlandesa con sus éxitos y nuevo material.
Galería por Vlad Girón
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